La aromaterapia cada vez está tomando más protagonismo en nuestras vidas. La tendencia de la práctica de modalidades deportivas y relajantes ancestrales, no sólo nos acerca a unos movimientos y a una nueva mentalidad, sino también a nuevos usos para productos que hasta ahora podían pasar desapercibidos en nuestro carro de la compra.
Es el caso de la vainilla.
De origen azteca, la vainilla siempre ha sido considerada como el ingrediente estrella para suavizar dulces, especialmente el chocolate. Así lo hacían los antiguos habitantes de México, los aztecas, cuando los españoles llegaron al Nuevo Mundo. El uso de la vainilla y su buen resultado en la gastronomía, pronto llevó a buscar nuevos beneficios de esta planta para el bienestar y belleza del cuerpo.

Para un perfecto bienestar corporal, tan importante es tener una buena dieta como un buen descanso. De ahí que muchos expertos recomienden rociar las sábanas con aromas relajantes minutos antes de acostarse o ambientar la habitación utilizando velas e incienso con fragancias suaves, como la lavanda, la naranja, la canela o la vainilla.
En la actualidad, hay numerosos establecimientos donde encontrar velas e incienso con estos aromas, aunque también podemos recurrir a los métodos tradicionales. Leyendo diversos blogs, he encontrado una receta bastante fácil para quienes os atreváis a probar a crear vuestra propia esencia de vainilla:
la encontráis en le petit chef.
Para conservar su pureza y no perder sus cualidades aromáticas, la vainilla debe mantenerse en envases de cristal herméticos y guardarse en un lugar fresco y seco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario