Hoy ha caido la primera helada fuerte en Asturias. El frío, pese a la luz que el sol aún nos rinde, nos recuerda que ya estamos bien metidos en el otoño, esa época del año cuando lo que más le apetece a uno es acompañarse en la mesa con un buen puchero.

Hace años, una periódico local me encargó un texto sobre el Desarme, festividad gastronómica que se celebra en Oviedo cada 19 de octubre. Señalar como detalles de la última edición, que por primera vez el Ayuntamiento ha apostado por promocionar fuera de los límites regionales el menú del Desarme. Madrid ha sido el primer destino, aunque no renuncian a seguir expandiendo la tradición ovetense por todo el territorio nacional en próximos capítulos. Además, y para sumar fuerza, un grupo de hosteleros locales han creado la Cofradía del Desarme,de la que ya es cofrade de honor el Alcalde, Agustín Iglesias Caunedo. Dos detalles que se suman a la gran fiesta que lleva siglos celebrándose en la capital del Principado.
¿Conocéis bien la historia y tradición del Desarme?
Con la llegada de los primeros días del otoño las mesas se visten de pucheros de cuchara y platos calientes. Las ligeras ensaladas y platos frescos del verano quedan ya en el lejano horizonte estival y, la reciente bajada de las temperaturas, acerca la tradicional degustación del Desarme ovetense. A pesar de los años, la capital asturiana continúa celebrando aún hoy el triunfo de las tropas isabelinas durante el ataque carlista a Oviedo.
Según cuenta la historia, en un 19 de octubre y tras vencer a las columnas del coronel Sanz, los soldados del ejército de Isabel II fueron obsequiados con una gran comida. Pero otros relatos de la historia del Desarme ovetense afirman que el origen de esta fiesta y su nombre se encuentra en las milicias urbanas que se crearon en Oviedo durante la guerra carlista para desarmar a los contrarios.

El frío que amenazaba aquel primer mes de otoño hizo que los cocineros de las tropas guisasen un menú de garbanzos con berzas y bacalao. Por aquel entonces, este potaje era muy apreciado y considerado, casi como un banquete debido al elevado precio de los garbanzos. El bacalao se incluyó en el guisado para respetar las normas religiosas de la vigilia y como ingrediente especial, ya que por aquel entonces el pescado sólo se encontraba en las despensas de las familias más adineradas. Los callos fueron incluidos en el menú tras la victoria de las tropas isabelinas, al coincidir esta celebración con las primeras matanzas del cerdo.
Ni la victoria de los hombres de la Reina ni la tradición gastronómica pasó desapercibida en Oviedo y fue la propia Corporación Municipal la que, años después, consiguió arraigar la victoria de los liberales.
El 19 de octubre es una cita casi obligatoria para todos los amantes de la gastronomía asturiana.Sobre los fogones de los bares y restaurantes de la ciudad se pudo degustar el sabroso menú de garbanzos con bacalao y espinacas; callos y el arroz con leche.
Espero que el próximo año, seáis muchos los que os animéis a visitar Oviedo y sus menús del Desarme el 19 de octubre.