Con el fin de las fiestas navideñas y la vuelta a la rutina, nos damos cuenta que tanta comida, bebida y dulce han pasado factura. Los excesos se pagan, más si los días festivos nos acortan las visitas al gimnasio y logran hacer de nuestra vida algo sedentario.
Por suerte, la recuperación de la línea cada vez se hace más fácil y menos dolorosa, aunque nunca deja de lado la necesidad de recuperar una correcta y saludable dieta que, para algunas personas, serle fiel se convierte en todo un sacrificio.
Hoy me gustaría adentraros a una técnica que nos ayuda a recuperar nuestra silueta sin necesidad de pasar un mal rato, sino todo lo contrario.
Los masajes masajes convencionales se suman hoy a otras técnicas para lograr su fin común: generar bienestar. Si optamos por el masaje de cañas de bambú, conseguiremos, además reducir la grasa acumulada en nuestro cuerpo, reafirmar la piel e incentivar la circulación de la sangre.
El bambú es un vegetal muy antiguo y siempre ha estado relacionado con la mitología y la simbología, sobre todo con conceptos como la longevidad, el bienestar, la sinceridad y la buena suerte. Desde hace años, los orientales han utilizado las cañas de bambú para proporcionar bienestar y salud, dando a luz a una técnica conocida hoy como bambuterapia.
Este masaje utiliza varas de bambú de diferentes grosores y tamaños con las que se van presionando las diversas partes del cuerpo. Los movimientos de las cañas sobre la piel producen un efecto relajante que favorece, además, al drenaje de los líquidos retenidos, a la regeneración de los tejidos y combate a la celulitis.
La forma de las cañas de bambú se adaptan perfectamente a las curvas del cuerpo humano y con una presión correcta, el masaje es ideal para la recuperación de contracturas.
Si aún no lo habéis probado, os lo recomiendo!!!!
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